miércoles, 20 de mayo de 2009

Serigrafías

El señor Schilling fue el maestro que
me mostró la sutileza de esta milenaria técnica de impresión. Me regaló papeles, tintas serigráficas de excelente calidad, me reservó en forma esclusiva la mejor plataforma de trabajo y además me confió copia de la llave del taller. Como única condición; el recibiría a cambio una copia de cada tiraje realizado.
El señor Schilling estuvo en el frente ruso en la segunda guerra mundial cuando recibió un impacto de fusil en pleno pecho. Se salvó milagrosamente porque entre su corazón y la bala se interpuso su voluminoso cuaderno de dibujos que protegía celosamente bajo su uniforme. Despues de la guerra trabajó por decadas en los talleres de publicidad y marketing de un supermercado, hasta que fue rescatado por una escuela de diseño alemana, que consideró que sus profundos conocimientos del tema y el gran dominio de la técnica eran un aporte para el desarrollo del arte y el diseño

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